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#20 | DICIEMBRE 2020 | Sumario
Publicaciones de la EOL
Reseña de las últimas publicaciones

Lacaniana Nº 28, “Un sentido … real”
Por Belén Zubillaga

Lacaniana #28Este número de Lacaniana comenzó sus preparativos con el calorcito de fin de año, que auguraba el inminente 2020 donde se haría su lanzamiento. Y así fue.

Pasamos de ajustar 11 sillas entre esperas de ascensor, a conexiones inmediatas. La futura y nueva dirección para los siguientes encuentros, quedó pendiente junto a la app con la que calculamos la distancia que nos quedaría.

Patricia Moraga supo reunirnos una vez más y otra, para continuar el trabajo durante la pandemia, y aquí la reseña de "Un sentido… real".

En ella, tras la tapa ‒inspirada en Homens de León Ferrari‒, podrán leer una serie de textos que sin duda favorecerán el esclarecimiento y cierta elucidación de la interpretación como jaculación.

Los autores hacen especial hincapié en los desarrollos de Lacan con respecto a la interpretación a lo largo de toda su obra, además de la distinción de, por ejemplo, la interpretación por el equívoco, de la interpretación corte o la interpretación como acontecimiento.

Anteceden a esta serie dos textos inéditos: la clase de “R.S.I” del 11 de febrero de 1975 de Jacques Lacan y “Al encuentro de un real” del curso Silet de Jacques-Alain Miller.

Ambos textos preparan la lectura en torno al sentido y lo real, para introducir luego el vuelco en el alcance del efecto de sentido que la interpretación analítica implica. “Nos preguntamos –dice Lacan‒ si lo real del efecto de sentido proviene del empleo de las palabras o bien de su jaculación”. [1]

Por lo tanto, no se tratará del efecto de sentido imaginario ni simbólico.

Así el abordaje de la interpretación pondrá el énfasis en el cuerpo, el goce y lalengua. Sin dejar de lado el deseo del analista y lo indecible e ininterpretable que resta a todo análisis.

Luego del Dossier, tanto el sueño como el inconsciente (aun), serán los ejes principales de varios textos de las rúbricas Recorriendo la AMP y Transferencia de trabajo, que no solo resuenan sino además enriquecen los trabajos previos acerca de la interpretación y que tienen enorme valor clínico. Sea desde el sueño en el caso del Hombre de los lobos ‒y su vínculo con el trauma‒, de los mártires y desabonados del inconsciente o simplemente de su silencio. El rechazo del inconsciente, la inhibición y la angustia como respuestas subjetivas y la apuesta del analista que, vía la política del síntoma se contrapone a la del discurso científico.

Entre ellos un destacado texto sobre el cuerpo y sus dimensiones, que antecede nada menos que a la rúbrica del Pase.

Esta edición de Lacaniana cuenta con los testimonios de Irene Kuperwajs, Victoria Horne Reinoso, Elena Levy Yeyati y Fernando Vitale comentados por Eric Laurent, y presentados en las dos mesas del pase de las XXVIII Jornadas Anuales de la EOL, “Hablemos del inconsciente, aún…”.

En ellos, cada AE, esclarece de un modo bien preciso y singular como inciden la transferencia y la interpretación en el inconsciente, a lo largo del análisis.

Y así las huellas de Irene Kuperwajs y su escritura nos invitan a “leer el inconsciente que resuena en el cuerpo”. [2] Mientras que Elena Levy Yeyati transmite su historia “con el tacto del fragmento”. [3]

En los testimonios encontrarán también, alusiones y usos del sueño en el recorrido analítico además de, como en el de Fernando Vitale, su “estatus de Witz”. [4]

Es aquí que Victoria Horne Reinoso afirma: “mis sueños me interpretaban, podía creer en ellos más que en mis elucubraciones”. [5]

Además, en los cuatro testimonios podemos corroborar como “el fin de análisis en calidad de pase no es posible sin duda si el analista no quiere su propio deser”. [6] Cada uno con su estilo, da cuenta de ello. Cómo un análisis para llegar a su fin y aspirar a dar cuenta de él, requiere no solo de un analizante decidido, sino de un analista que no lo retenga.

Para concluir, antes del imperdible caso publicado en Clínica, y como novedad de este número, se encuentra la rúbrica Pagus en la que podrán leer dos textos que abordan la adolescencia y las adicciones más allá de la actualidad, destacando como la presencia y el acto del analista juegan su partida vía la contingencia o el forzamiento, para hacer posible cierta rectificación del deseo.

Si buscaban motivos para leer Lacaniana 28, aquí los tienen. Deseo que su lectura produzca “un relámpago de lucidez” [7] en el sueño discursivo, que despeje el camino para el discurso analítico.

Hasta la próxima Lacaniana.

NOTAS

  1. Lacan, J., “R.S.I.”, clase del 11 de febrero de 1975, Lacaniana N° 28, Grama, p. 17.
  2. Kuperwajs, I., “Huellas”, op. cit. p. 107.
  3. Laurent, E., “Comentario sobre el testimonio de Elena Levy Yeyati”, op. cit., p. 139.
  4. Vitale, F., “La contradicción de la Una-equivocación”, op. cit., p. 130.
  5. Horne Reinoso, V., “Levantar Vuelo”, op. cit., p. 119.
  6. Referencia de Gabriela Grinbaum acerca del curso Donc de J-A Miller, en “Esto no es un informe. Ceci n´pas un informe”, op.cit., p. 147.
  7. Lacan, J., “R.S.I.”, op. cit.

 

El Caldero de la Escuela Nº 28
Por Eliana Amor

El Caldero de la Escuela #28La Escuela piensa a través de sus miembros [1]

“Para escandir el tiempo lógico de la Escuela, conviene ubicar en cada momento su posición exacta en el proceso de su formación, con relación a las coordenadas fundamentales que la determinan. Esto parece abstracto, no lo es de ningún modo”[2]

La nueva edición impresa de El Caldero de la Escuela es un acontecimiento en sí mismo. No sólo porque salió en plena cuarentena porteña durante la pandemia que aún nos hiere, sino porque reúne textos de gran valor para "Pensar la Escuela". Preciso título que su Directora editorial, Alejandra Breglia, extrae del contenido de este número y que hace eco de las interrogaciones: “¿Qué enseñar en la Escuela hoy y cómo hacerlo? ¿Son los AE los encargados de interpretar la Escuela? ¿Cómo se piensa la transmisión de la orientación lacaniana para los analistas que se acercan a la Escuela? ¿Cuáles son las pistas que encontramos en la última enseñanza de Lacan que propician pensar la Escuela hoy?”[3]

Nos introducimos en este recorrido desde las palabras de Guillermo Belaga en su Discurso como Presidente saliente en las XXIX Asamblea Ordinaria de la EOL,[4] donde ubica desde el Acontecimiento Freud, la Fundación de la EOL y Oscar Masotta, la IPA y la AMP; hasta las Noches del Consejo a las que fueron convocados los miembros del primer Consejo para conversar sobre “La Escuela, hoy”.

Así mismo, Diana Wolodarsky, como Directora saliente situó su trabajo sobre un tratamiento posible de los reales de la época y de la Escuela-sujeto. Perspectiva desde la que las Noches del Directorio sostenidas en el curso Un esfuerzo de poesía tuvieron el “ánimo de propiciar un trabajo de conversación sobre ciertos ejes que dieran cuenta del lugar de la política del psicoanálisis en la actualidad, y de la incidencia de las políticas ciudadanas y del mundo en nuestro discurso”.[5]

Daniel Millas, en su Discurso de Presidente entrante, articula la gestión con el saldo de formación: “Si bien existe una tensión en la relación institución-escuela, la misma está determinada por una lógica que no puede disociarlas y por un componente libidinal que las anuda”. En ese final de 2019 decía: “darle un lugar a la contingencia, admitir que van a producirse acontecimientos imprevistos, momentos de impasses y síntomas que debemos interpretar analíticamente”[6] y recordó además que la Escuela se encarna en una experiencia que debe ser subjetivada, pilar fundamental de la formación analítica, y por lo tanto sin finalización.

Fernando Vitale, Director entrante, refiere que “lo que llamamos grupo es la manera de estar juntos bajo la lógica del todo. […] Si una Escuela en el sentido de Lacan se redujera a esa lógica, el conjunto en cuestión ya no valdría más para la causa analítica. […] ¿Pero qué es interpretarla sino inventar los recursos para introducir allí el vacío que permita hacer resonar otra cosa?” Refiriendo que en tanto que “La grieta de fondo es que la lógica del todo tiene siempre horror al no-todo que encarna el síntoma…” [7] sepamos alojarlo para desembrollarnos de él.

A continuación, contamos las excelentes y singulares presentaciones que tuvieron lugar en las Noches del Consejo Estatutario “La Escuela, hoy”. En palabras de Marina Recalde: “la puesta en marcha de estas Noches implica por un lado una cierta interpretación en acto del Consejo –invitando a pensar la Escuela–, y a la vez los diferentes temas que los colegas –todos miembros fundadores de nuestra EOL–, van eligiendo, nos retorna también como lectura política que da cuenta de los problemas cruciales que atravesamos”.[8]

La primera noche, a cargo de Juan Carlos Indart llevó el título “Un suelo para la última enseñanza de Lacan”. Un “suelo”, una base de cuestiones para generar más orientación respecto de la última enseñanza de Lacan. Ubica entonces que en el Seminario 21 Lacan dice “Recomienzo” con la estructura del pase, y sale a la nada porque no hay Otro. Allí donde hay que inventarse algo, Lacan inventó el nudo borromeo. Propone entonces situarnos entre la primera y la segunda enseñanza con la lógica de paso y Pase.[9]

La segunda Noche, a cargo de Mónica Torres, titulada “Elogio del Pase” sitúa a los textos institucionales como escansiones que Lacan produjo cada vez que le parecía que las cosas no marchaban, sin retroceder nunca. Refiere que desde la fundación, y aun, la Escuela es necesaria por el Pase, y que “Tiene que haber una extimidad para que podamos tener confianza en el dispositivo”.[10] El recorrido de la noche elogia el Pase en tanto invención de Lacan contra la jerarquía, para no devenir institución, para que el analista no olvide el acto.

La tercera Noche del Consejo estuvo a cargo de Graciela Brodsky y fue titulada: “La Escuela y sus vecindades: el Instituto”. Su intervención demarcó causas y coyunturas del Instituto y su enseñanza desde su creación, dividiendo su intervención en 4 ítems: El Instituto del Campo Freudiano, El Instituto y la Escuela, La distinción Escuela-Instituto, La intersección. Para llegar a una pregunta fundamental que pone a conversación para elaborar colectivamente: ¿cuál es la enseñanza que le toca a la Escuela para que no se confunda con la enseñanza de la Universidad o con la del ICdeBA? [11]

La última la intervención de estas Noches estuvo a cargo de Jorge Chamorro, quien planteó como impasse, el lugar que Jacques-Alain Miller ha tenido al principio en la Escuela, y el que tiene hoy. Ubicará la Escuela como refugio al malestar, y como centro de operaciones sobre la cultura. A partir de allí recorrerá las instancias de Admisión, Garantía y Pase, haciendo una propuesta en cada una.[12]

Los textos aquí reunidos son intervenciones no aliviadas del acto. Este Caldero de un gran valor epistémico, político e institucional, pone en juego la conversación, la Escuela-Sujeto, y me deja el saldo de una experiencia de formación. Queda a la espera de vuestras lecturas, uno por uno.

NOTAS

  1. Miller, J.-A., “Teoría de Turín sobre el sujeto de la Escuela”, en ¿Qué política para el psicoanálisis?, Colección Orientación Lacaniana, 2003
  2. Ibid., p. 12
  3. Breglia, A., Editorial, El Caldero de la Escuela, Nueva Serie, N°28, Año 2020, Publicación de la Escuela de la Orientación Lacaniana, p. 2
  4. Belaga, G., Discurso del Presidente Saliente en XXIX Asamblea Ordinaria de la EOL El Caldero de la Escuela, Op. Cit.
  5. Wolodarsky, D., Discurso de la Directora Saliente en XXIX Asamblea Ordinaria de la EOL, ibíd., p. 8
  6. Millas, D., Discurso del Presidente entrante, Ibíd., p. 11
  7. Vitale, F., Discurso del Director entrante, Ibíd., p. 18
  8. Recalde, M., Presentación de las Noches del Consejo Estatutario “La Escuela, hoy”, Ibíd, p. 20.
  9. Indart, J. C., “Un suelo para la última enseñanza de Lacan” en 1era Noche del Consejo “La Escuela, hoy”, p. 22 – 23
  10. Torres, M., “Elogio del Pase” en 2da. Noche del Consejo “La Escuela, hoy”, El caldero de la Escuela, op, Cit., p. 42
  11. Brodsky, G., “La Escuela y sus vecindades: El instituto” en 3era Noche del Consejo: “La Escuela, hoy”, Ibíd., p. 63
  12. Chamorro, J., “El malestar en la Escuela, hoy”, en 4ta. Noche del Consejo “La Escuela, hoy”, Ibíd., p. 73-93

 

Virtualia #38
Por Analía Trachter

La planificación de esta edición de la revista Virtualia coincidió con la conmoción mundial por el avance del Covid-19.

La necesidad de destinar el número a la pandemia y sus consecuencias fue inmediata.

Así es que, como Liliana Zaremsky dice en su editorial “nos dejamos orientar por el deseo, para no retroceder más allá de lo estrictamente necesario”. [1] Y encausados una vez más por aquellas indicaciones de J.-A. Miller de ver “cómo transformar en saber lo que no se sabe”, tratamos de reunir una serie de textos cuya diversidad de lectura permitiera pasar del desconcierto y de un tenue instante de ver, a un tiempo de comprender.

Podrán recorrerlos uno por uno como si se tratara de una gran conversación, en la que cada autor aborda desde un rasgo particular el acontecimiemto Pandemia y sus efectos.

En el Destacado encontrarán un texto de Eric Laurent: “El Otro que no existe y sus comités científicos”, [2] donde se detiene en la incertidumbre y dificultad ética en la implementación de las medidas para frenar el coronavirus. Nos recuerda que “la inexistencia del Otro hace surgir en el sujeto un real de pasiones y afectos que se harán presentes en la confrontación con el virus”.

Un colega de cada una de las Secciones de la Eol fue invitado a comentar el trabajo de Eric Laurent. Agrupados en la sección Puntuaciones podrán leer los trabajos de:

María Marciani (Rosario),“Restricciones e invenciones”. Ella encuentra que: “lo que vivimos, a partir de la aparición del virus, se asemeja mucho a una película de ciencia ficción”, y concluye: “hacemos de lo virtual un recurso más para inventar modos de ir más allá de las restricciones y seguir sosteniendo la clínica en tanto lugar de ´emplazamiento mismo de lo real´”. [3]

Eduardo Suárez (La Plata) en “Una experiencia rara”, señala que: “Bajo la pandemia de la angustia se evaporan las figuras del Otro y poco a poco, ha ido quedando como seguro el más primitivo enclaustramiento que, como lo ha señalado Lacan, es uno de los recursos más primarios que tiene el ser hablante para defenderse de la emergencia de la Otra cosa”. [4]

Graciela Martínez (Córdoba), en “Desafíos inéditos para los psicoanalistas”, se pregunta ¿Cuáles serían para los analistas "las buenas formas de responder" [5] en este tiempo de cuarentena? Pregunta que anima el desafío de no renunciar rápidamente, en función de los tiempos que corren, a la apuesta por lo indecible que aún escapa a lo virtual.

Celeste Viñal (Buenos Aires), en “El Otro en su ruina”, [6] evidencia el estado de “cuasi perplejidad, con suerte en el instante de ver” en el que nos encontramos. Apela “a nuestra apuesta de emplazar el real que nos concierne, probando lo social en el síntoma y el síntoma como lazo social, tratamiento posible del vacío”.

Norah Pérez (Santa Fe), en “Incertidumbres compartidas”, cruza la lectura del texto de Eric Laurent, con “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada” de Lacan, para subrayar la tensión que se dirime en el binario certidumbre-incertidumbre.

Encontrarán un Dossier Pandemia con tres trabajos precisos y orientadores sobre el tema.

Miquel Bassols, en “La ley de la naturaleza y lo real sin ley” se pregunta “¿De qué real se trata entonces para el psicoanálisis?” Para concluir que “La experiencia de lo real en la que nos encontramos, no es pues tanto la experiencia de la enfermedad misma sino la experiencia de este tiempo subjetivo que es también un tiempo colectivo, extrañamente familiar, que sucede sin poder representarse, sin poder nombrarse, sin poder contabilizarse. Es este real el que le interesa y trata el psicoanálisis”.

Marie-Hélène Brousse, en “Los tiempos del virus”, interroga la pandemia con “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada” de Lacan. “Es el tiempo de comprender el que nos permite reinterpretar el instante de mirada que falta, una mirada après-coup en anamorfosis”. Y agrega: “es entonces el momento asertivo el que hace entrar al yo (je) en el juego como efecto de su acto y no como simple obediencia deshabitada”.

Jésus Santiago, en “El reverso de la biopolítica y el virus”, ubica que “Cuando el sujeto es confrontado con el Otro en ruinas, cuando el discurso de la ciencia se muestra incapaz de calmar las angustias del sujeto contemporáneo, es lo real aquello que irrumpe bajo la forma en la cual la experiencia del inconsciente da testimonio de lo imposible de soportar”.

En el apartado Relatos, responsables de Escuelas y Corresponsales de Virtualia de distintas partes del mundo describen sus experiencias de cómo vivieron y enfrentaron el impacto del Coronavirus: Laura Canedo (ELP-Barcelona), Gustavo Dessal (ELP-Madrid), Laura Rizzo (SLP-Roma), Omaïra Meseguer (ECF-París), Marcela Almanza (NEL-México), María Cristina Aguirre (NLS-Nueva York), Romildo do Rêgo Barros (EBP-Río de Janeiro), Iordan Gurgel (EBP-Bahía), Marina Recalde (EOL-Buenos Aires).

Una lectura indispensable para pensar la vigencia y el desafío del psicoanálisis, en tanto necesario para hacer frente a los efectos subjetivos del nuevo escenario pandémico.

NOTAS

  1. Zaremsky, L., “Editorial”, en Revista Virtualia N° 38, mayo 2020, Año XIV, http://www.revistavirtualia.com/
  2. Laurent, E., "El Otro que no existe y sus comités científicos", en Revista Virtualia N° 38, op. cit.
  3. Miller, J.-A., El Otro que no existe y sus comités de ética, Paidós, Buenos Aires, 2005, p. 13.
  4. Lacan, J., El Seminario, Libro 5, Las formaciones del inconsciente, Paidós, Buenos Aires, 1998, p. 182.
  5. Laurent, E., “El Otro que no existe y sus comités científicos”, en Revista Virtualia N° 38, op. cit.
  6. Miller, J.-A., (en colaboración con Eric Laurent), El Otro que no existe y sus comités de ética, Paidós, Buenos Aires, 2005, p. 10.

 

Acontecimientos. ¿El psicoanálisis cambia? ¿Qué es lo nuevo?, de la COL (2020).
Por Marcela Negro

AcontecimientosReseñar la aparición de un nuevo libro no es una tarea sencilla; debemos, por un lado, no caer en la tentación de un resumen de sus páginas, también lograr intentar inducir al posible lector a abordar el libro, a interesarlo por él. Quien intenta la reseña es un lector que por el encargo se ve gustosamente dedicado a hacer una lectura lo más precisa posible de las variaciones, las propuestas, los interrogantes, las salidas que los autores presentan. Así que hacer una reseña es indudablemente una ganancia para quien la escribe.

Entonces, como lectora que reseña la nueva publicación de la Colección Orientación Lacaniana de la EOL, señalo primero el título “Acontecimientos”; un plural que también remite a un trabajo de Escuela a la que le caben las preguntas que constituyen el subtítulo “¿El psicoanálisis cambia?”, “¿Qué es lo nuevo?” ¿Cómo podríamos afirmar, sostener la inmutabilidad del psicoanálisis? Esto no solo sería reducirlo a un mundo de las ideas abstractas sino también a quitarle sus principios lógicos de existencia. Y sobre lo nuevo que no debe, usted lector, caer en la trampa de reducirlo a lo novedoso, este libro mantiene, muestra, reflexiona, presenta las vicisitudes del carácter subversivo del psicoanálisis y, por lo tanto, es una herramienta notable para ubicarnos no solo en la actual crisis de sentido e incertidumbre, sino en su fuerza de existencia en el siglo XXI.

A su vez, existencia del Acontecimiento, ahora en singular, en su relación al tiempo, al inconsciente, a la Escuela, en relación a otros discursos, al feminismo, a la práctica, a lo inútil y al arte. Puede el lector encontrar estas cuestiones más precisamente puntuadas en los títulos de los artículos que conforman el índice, que siempre es una buena entrada para la lectura. Su prólogo (Presentación) –realizado por la directora de la colección–, a su vez, nos va entrelazando, entretejiendo el camino que abren los textos, creando con sus texturas la maduración del volumen que hace su aporte a esta, que no es cualquiera para nosotros, porque es la colección de nuestra Escuela.

Acontecimiento: hecho contingente que introduce al antes y el después; que muchas veces rechazamos porque nos presenta incompatibilidades con los ideales, con las aspiraciones, con el yo, pero que, por más esfuerzo en rechazarlo, no podemos borrar, aunque se lo olvide. Bien, un libro es intentar un vector contrario al olvido, están sus páginas como huellas a las cuales podemos retornar, de las cuales nos podemos servir. Y en este sentido este volumen es un claro ejemplo de herramienta; hágala suya querido lector, no se arrepentirá.

Por último, me atrevo a decir que, en sí mismo, el volumen es un acontecimiento que encarna, en cierto modo, el campo del después, el campo de continuar manteniendo lo nuevo en el psicoanálisis de la orientación lacaniana.

 

El Escabel, de La Plata, N°2: “El Patriarcado en cuestión”
Por Claudia Núñez

El Escabel

Escribir en la tela con puntadas de color un texto cuyo contenido no interesa. Lo pienso como una zapada. Y la resistencia de la tela como una percusión íntima. Si la voz es la experiencia del cuerpo proyectada en el aire, el bordado, es la experiencia de una letra en su carácter originario: construir una marca de aquello que no se puede dar cuenta en el cuerpo. Se trata de iniciar un hilo extraño por los resquicios de una trama.
Fernanda Castel [1]

Una reseña “clásica” supondría caer en la formalización que todo lector conocen bien, una enumeración de nombres propios, citas de estilo argumentativo, etc.

Con el anhelo de entusiasmarlos en la lectura, he decidido compartir con ustedes una puntada, la propia claro está, la que me he dado en esta ocasión.

Me aventuro entonces, a una reseña sin patrón, pero no sin orientación.

Para ello me serviré del trabajo inédito de J.-A. Miller “El deseo de Lacan”, que se encuentra en este Volumen 2 del El Escabel, de La Plata, del cual extraigo algunos hilos.

Cito: “Hablar del deseo de Lacan es para mí una manera de alejarlo un poco. Pienso que padecemos de la creencia de que lo que Lacan piensa, lo pensamos también […] ¡todo el mundo está de acuerdo con Lacan, es extraordinario! Usar todos los significantes de Lacan tal vez sea el resultado, en el secreto íntimo de cada uno, de una cierta identificación con él. Aún más, tal vez sea un obstáculo, un obstáculo a trabajar. Proponer como tema, introducir en nuestro uso la expresión el deseo de Lacan, es para mí tratar de producir un cierto efecto de des-identificación”. [2]

Todo el desarrollo que sigue lo encuentro de un valor insoslayable, en especial la lectura que Miller hace de Lacan y la relación a sus maestros a lo largo de su historia, en especial de Clérambault, Jaspers y Sigmund Freud.

El escrito presenta diversos matices, de modo que anticipo que no presentaré al lector cierre alguno, ¡es un texto para ser leído en espiral!

Siguiendo mi hilván encuentro que J.-A. Miller destaca, entre otras cuestiones, la decisión que está de entrada en J. Lacan, de elegir puntos exteriores para leer la obra de Freud. Buscando, por ejemplo, el punto de Arquímedes en Hegel, Kojève, Saussure, Jakobson, Lévi-Strauss y tantos otros.

Con grata sorpresa encuentro a lo largo de las distintas Secciones –Dossier, Clínica, Política, Pase, Articulaciones, Entrevistas– que varios de los autores habían tomado ese sesgo.

Así es que Gisele Ringuelet nos trae a Tomás Laquear, Juliet Mitchel y otros. Y, fiel a su estilo, Graciela Musachi se sirve de la referencia a Ricardo Coler en El Reino de las Mujeres, al punto de hacerlo suyo y darle título a su trabajo.

En la Sección del Pase, Oscar Ventura con una transmisión tan clara como precisa, ubica las coordenadas de esa distancia al Otro (Miller dixit). Allí ubica el detalle en su pase en relación a la identificación y comparte con nosotros cómo se le hizo patente su solución. Cito: “Al momento de mi nacimiento digo: “Y entonces me tienen, nazco”, la declinación de la voz de la analista arranca la coma de cuajo, devolviéndome un: “me tienen asco”. Este movimiento del análisis toca y desestabiliza la identificación al objeto de desecho, que es extraído junto con la retahíla de sentido con la que estaba recubierto. “Me tienen asco” devino ese significante insensato que se cae de la cadena y tuvo el efecto de desbaratar la impostura del rasgo melancólico”. [3] A partir de allí subraya un poderoso efecto terapéutico al transformar el afecto por la alegría y el entusiasmo, dando cuenta de una nueva posición. Cito: “fue un momento radical de destitución del Otro y del objeto allí alojado, una experiencia de la soledad sin mortificación alguna […] el lazo social que se funda a partir de la dilución de las identificaciones, implicó un reconocimiento radical de la alteridad del Otro”, no sin resto. [4]

Última puntada antes de invitarlos a seguir su propio recorrido de lectura: en el escrito, “el acontecimiento de cuerpo, lo pienso como un resorte, un Aufhebung que implica la posibilidad de cada uno de construirse un escabel a su medida. Sea mucha o poca la capacidad de sublimación en cada sujeto y sea cual sea el destino de esa sublimación”. [5]

Sin patrón, ¡no sin sinthome!

¡Buena lectura!

BIBLIOGRAFÍA

  • AAVV, “El Patriarcado en cuestión”, en El escabel de La Plata N° 2, Publicación de la EOL-Sección La Plata, Editorial Malisia, La Plata, 2019.

NOTAS

  1. Castell, F., “Bordar sin Patrón” , en El Escabel de La Plata, op. cit., p. 175.
  2. Miller, J.-A., “El deseo de Lacan”, Ibíd, p. 16.
  3. Ventura , O., “Identificación, acontecimiento de cuerpo y lazo social”, Ibíd, p. 81.
  4. Ibíd, p. 83.
  5. Ibíd.

 

Mediodicho 46
Por Josefina Elías

Mediodicho 46

“Es por tu bien” es el título que anticipa una serie de textos que sus autores al volcar su tinta, dedicaron a este número con suma delicadeza.

En relación al proceso de creación, cuenta con la particularidad propia de la coyuntura global de pandemia por el Covid 19, de la que sus integrantes no están ajenos. Se gesta en este contexto tan peculiar, con el rasgo de lo no presencial, lleva la marca de una época signada de encuentros virtuales. “¿Cuál es el lazo (lien), sino el lugar (lieu), de la representación de lo escrito?” se pregunta Lacan en el Seminario 25 (1978). “Lien”, “lieu” el valor de la asonancia se pierde en la traducción, nos queda “lugar” y “lazo” revistiendo esa topología del deseo que, a fuerza del engranaje firme y decidido, se materializa, insiste en salir a la luz.

El tema del “bien” surgió en consonancia con el argumento del Coloquio 2020 de la EOL sección Córdoba, “Todo bien! Las paradojas del bien y lo inconsciente”. Parte de un enunciado coloquial, de uso común y corriente, pero ávido de descascararse como frágil revoque. “Percibimos que una sórdida y densa opacidad se abre paso a través de los restos de ese falso resplandor de supremacía del bien” como reza en su argumento.[1]

El contenido de las secciones preserva la fuerza de una transmisión, busca hacer resonar en el Otro social que se extiende más allá de la comunidad analítica, el valor epistémico, clínico, y político del discurso del psicoanálisis. Su andamiaje, esencialmente caracterizado por ser el reverso del discurso del amo. En ese vértice ubicamos el cartel: órgano de base de la Escuela, y el pase, los dispositivos con que contamos para integrar ese frente, acompañando la formación del analista, constante y sonante, que lejos de mantenerse al margen de las coordenadas de su época, la habita y la interpreta.

El "no-deseo de curar" es diferente del "deseo de no-curar". La finalidad de este enunciado consiste en advertir lo que Lacan llama la trampa benéfica de querer-el-bien-del-sujeto, conocemos las consecuencias de tal extravío. En esa vía se inscribe la orientación lacaniana, en la potencia de un discurso advertido de los embates de la civilización y su real. Una orientación que camina a contrapelo de la cadencia totalitaria del optimismo higienista, del individualismo anómico que propone el capitalismo, siempre listo para afilar las garras del empuje a la felicidad, a que todo marche. Su sección epistémica nos enseña acerca de las consecuencias de hacerle la contra a nuestro falaz “todo bien” de cada día. En la sección lecturas, dos colegas nos invitan a recorrer las páginas de “Un libro-combate”, y otro donde lo que prevalece es el “Psicoanálisis en tiempo real. Urgencias, inercias. Precipitaciones”.

Hacia el final, last but not least, Perspectivas, ideas y problemas atraviesa los efectos de la pandemia, con un tono que alude desde las formas poéticas hasta las más inverosímiles del absurdo. Es ineludible dejarse tomar por una entrevista que nos enseña a distinguir las lógicas de lo colectivo, las implicancias del colectivo como sujeto de lo individual, palabras que acompañan un “saber hacer con”, que se nombra bajo la pandemia del miedo. Tan es así que en el intercambio con nuestras invitadas provenientes ellas del mundo de la filosofía y de las artes audiovisuales, abren el universo que echa mano de lo cotidiano a partir de sus quiebres y disrupciones, allí lo íntimo puede volverse extraño, y lo familiar, infamiliar; hasta impregnar de interrogación la política de los cuerpos, la biopolítica.

Este ha sido un sobrevuelo fugaz por sus páginas, una invitación a que algo suceda a partir de ingresar en los escenarios de su lectura, poniendo el ojo en el acontecimiento imprevisto, en lo que escapa a la escritura. No contamos con más verdad que aquella que puede medio decirse, y por ende medio escribirse. Esta Mediodicho abraza con esfuerzo de poesía, la idea que aparece bajo la forma de que la escritura es un artificio “¿de qué modo lo real aparecería si no se escribiera? Es seguramente por lo que lo real está allí. Está allí por mi forma de escribirlo. Lo real no aparece pues más que por un artificio, un artificio ligado al hecho de que hay la palabra e incluso el decir. Y el decir (le dire) concierne a lo que se llama la verdad. Es seguramente por lo que "digo" que, la verdad, no se puede decir (la dire)”. (1978)

Allí viene, a la luz de las coordenadas psicoanalíticas de una publicación del Campo Freudiano, dejando tras su paso, una estela de aroma a “libro” nuevo saliendo de la imprenta. Conviene, salir a su encuentro. Es por tu bien…

BIBLIOGRAFÍA

  • Lacan, J., Seminario 25, “El momento de concluir”, Clase del 10 de enero de 1978 inédito.
  • Lacan, J., El Seminario, libro 7, La ética del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1988.

NOTAS

  1. https://eolcba.com.ar/jornadas/

 

De ostra a ostra
Por Nicolás Mascialino

La ciudad analítica

“Solo en el vacío es posible el movimiento”
Kakuzō Okakura

"Bocanada" es el nombre de la tercera publicación de La ciudad analítica, revista del ICdeBA, título por demás sugerente, exquisito para nombrar la serie de artículos que contiene. La orientación de sus redactores es clara: desustancializar el objeto a oral. Sus textos se tejen alrededor del vacío como condición para poder abordar el objeto-nada, aquel que está en juego para llegar a saborear el deseo cuando la papilla asfixiante de la demanda del Otro lo obtura.

Al abrir la revista nos encontramos a Eric Laurent junto al mural que el artista Gustavo Tabaré Sabio realizó en la calle Ancón, que ilustra la tapa de este número e intenta dejar una huella en la ciudad. Se trata de una gran boca dentada que engulle múltiples senos, sin límite en su voracidad.

El texto que abre la serie lleva el nombre “Coger, comer, hablar” y se trata de una clase del curso “La Orientación Lacaniana”, que Jacques-Alain Miller dictó en 1982. Recorre referencias de Lacan a textos de Maupassant y Casanova para demostrar cómo el goce sexual se filtra en los ágapes. Desde allí, pasando por una serie de fábulas de La Fontaine, va a parar al terreno de la transferencia para enseñarnos que “el amor de transferencia es un asunto de ostra a ostra”: el paciente se ofrece con un ¡sórbeme! y el analista contiene la perla agalmática, también llamada tetas.

La rúbrica Conceptos aborda la relación transferencial con indicaciones muy valiosas acerca de la posición que conviene al analista. Los autores nos recuerdan el valor de la nada en la demanda del analizante: “no me des lo que te pido porque no es eso”, lo que también podemos entender como no dar sentido, no alimentar al pez-síntoma, cuya boca voraz no deja de hincar el diente allí.

En La clínica aprendemos que no hay cuerpo hablante sin mordedura significante, que el sentido vendrá en un segundo momento, pero que ello no alcanza para eliminar el color de vacío de la pulsión. Es en torno a este vacío que la fobia realizará su trabajo, estatuyendo un agente sustituto del Nombre del Padre que viene a inscribir por el borde de la mordedura (del caballo en Hans, del perro en Sandy) un agujero en el cuerpo. También se aborda el caso del Hombre de los sesos frescos, aquel paciente de E. Kris que roba nada, con el fin de hacerse un lugar en el saber que se presenta íntegramente colmado por el Otro.

El hospital nos presenta valiosas cuestiones clínicas acerca de la toxicomanía y una experiencia terapéutica a través del montaje de un taller audiovisual de un programa de cocina. Y una joya de la trastienda de LCA: la invitación a un autor para escribir acerca del canibalismo como perversión y la extraordinaria respuesta con precisiones psicopatológicas que diferencian la perversión de la psicosis, en clave topológica.

La práctica nos convida con dos casos en los que se demuestra cómo el exceso pulsional se pone a trabajar a partir del objeto a oral, traduciéndose en un apaciguamiento pulsional en toda la estructura.

Las Miniaturas, preciosas y poéticas, nos enseñan acerca de la operatividad del corte de sesión para la extracción del objeto a oral.

En Las cartas se señala la diferencia entre la fijación pulsional y lo que el chupeteo, en tanto huella para la satisfacción, significa para la vida sexual adulta. También se abordan los sueños de los niños y el fantasma de devoración que surge cuando el pecho se agota.

Misceláneas nos invita a sumergirnos en tres referencias lacanianas: la tragedia de Eurípides, Hécuba, en la que Polixena ofrece su seno en sacrificio; El comulgatorio, de Baltasar Gracián; y Las tetas de Tiresias, de Apollinaire.

Las letras presenta dos trabajos deliciosamente poéticos acerca de un cuento de Samanta Schweblin, Pájaros en la boca, y una novela de Amélie Nothomb, Una forma de vida. En el primero, una niña que se alimenta de pájaros vivos se pregunta por el amor del padre cuando su don, representado en ese alimento, se agota. En la segunda, un soldado obeso transforma su grasa en una mujer que le brinda compañía y hace de su obesidad una obra de arte.

City-tour presenta dos obras de teatro: Tiestes y Atreo, de García Wehbi, en la que la mujer y la niña son puestas en escena como objetos de la devoración de un lenguaje que las habla, y Escritor fracasado, dirigida por Marilú Marini, actualmente en cartel en Espacio Callejón –primer teatro independiente en volver a la actividad con público– en la que el fracaso que no cesa de repetirse es consecuencia del agujero que el lenguaje introduce en lo real. También haremos un recorrido de ida y vuelta, tal como la pulsión, por el Centro Cultural Recoleta, en el que la época y sus efectos de devoración se plasman en obras de arte.

En La entrevista Narda Lepes nos sorprende con una concepción política acerca de la alimentación, en la que cuestiona la existencia de una verdadera elección a la hora de seleccionar lo que nos llevamos a la boca.

La rúbrica Dossier nos presenta tres versiones del mundo contemporáneo en las que la satisfacción oral se pone en juego: el empuje a la felicidad, la renegación del agotamiento de la satisfacción, en el fenómeno de los after-hours, y el envés moralista del discurso vegano, que pretende erradicar el placer de la carne.

Como si esto fuera poco, un Bonus-Track: acerca de los feminismos y el goce.

Vasto contenido el que nos presenta LCA. Para saborear de a poco, no vaya a ser cosa que se empalaguen.