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#20 | DICIEMBRE 2020 | Sumario
Lecturas y Escrituras
Notas sobre el tiempo en Freud
Elena Levy Yeyati

En lugar de las condiciones a priori de Kant, nuestro aparato psíquico.
Psique es extensa, nada sabe de eso
. [1]

I

Kant sostuvo que la experiencia sensible es posible por dos condiciones dadas a priori: el espacio y el tiempo. El espacio es la forma de todos los fenómenos del sentido externo. El tiempo es la forma del sentido interno. Para Kant todos los estados psíquicos, en tanto internos, están sometidos a la forma del tiempo. Así ponía en entredicho la cientificidad de cualquier psicología: la psique, al ser de naturaleza temporal, no era nada representable ni mensurable.

Bercherie[2] y Leader,[3] cada uno por su parte, han señalado que el trabajo del filósofo Johann Friederich Herbart (1776-1841) desempeñó un papel importante en los debates de la psicología científica alemana del siglo XIX porque desafió las tesis kantianas. Una de las mayores contribuciones de Herbart fue la introducción de formulaciones matemáticas acerca de las propiedades espaciales de la estructura de la mente.[4]

Freud estuvo influenciado por el debate. En el último ensayo de Freud, la conexión entre cientificidad del psicoanálisis y refutación kantiana del tiempo y el espacio de lo psíquico estaba consumada: “El psicoanálisis establece una premisa fundamental cuyo examen queda reservado al pensar filosófico […] Suponemos que la vida anímica es la función de un aparato al que atribuimos ser extenso en el espacio y estar compuesto por varias piezas; nos lo representamos, pues, semejante a un telescopio, un microscopio, o algo así […] el despliegue consecuente de esa representación es una novedad científica”. [5]

II

Atemporalidad inconsciente

La atemporalidad de los procesos inconscientes significa que “no se ordenaron temporalmente, que el tiempo no altera nada en ellos, que no puede aportárseles la representación del tiempo”.[6] O bien, la atemporalidad es eso que acontece siempre, “como si fueran acontecimientos nuevos”,[7] como un eterno presente que denomina fijación.[8] Kant resulta desafiado con todas las letras: “La tesis de Kant según la cual tiempo y espacio son formas necesarias de nuestro pensar puede hoy someterse a revisión a la luz de ciertos conocimientos psicoanalíticos”.[9]

El análisis, al perturbar ese modo de existencia inconsciente, la convierte, en gran parte, en temporal: lo cumplido, lo que fue, lo que no fue, lo que se hubiera querido, etc. Así, hacer consciente lo inconsciente significa también mudar representaciones y deseos en experiencias temporalizadas. Vale decir, habladas.

Temporalidad de la conciencia

Para Freud la representación psicológica del tiempo no es dada a priori. El sentido del tiempo es efecto de la experiencia, del encuentro corporal, libidinal, con los objetos del mundo. Esos encuentros se producen de un modo periódico o discontinuo. “Conjeturo, dice Freud, que en este modo de trabajo discontinuo del sistema P-Cc se basa la génesis de la representación del tiempo” .[10]

El funcionamiento discontinuo del sistema es defensivo porque representa un camino para la protección contra los estímulos excesivos. Esta discontinuidad podría también dar cuenta del olvido tal como parece sugerir en Psicopatología de la vida cotidiana.[11] Así, como explica Fernández,[12] no sería el tiempo el que hace que olvidemos sino que es la periodicidad, el olvido, el que hace posible que se engendre la idea de tiempo.

III

Miller expresa que Freud deja a los filósofos la psicología, el sentimiento del tiempo, la rapidez subjetiva de la experiencia o su lentitud, la espera, el aburrimiento. Pero Freud está más allá de la psicología. “Podríamos decir, abreviando, que cuando los filósofos hacen la fenomenología del tiempo, lo relacionan con la instancia de la conciencia, que la dimensión temporal tiene como pivote el campo de la conciencia”.[13]

Al tomar distancia de la conceptualización psicológica del tiempo, Freud deduce consecuencias inéditas que abren las vías para poner en valor el papel que tienen en lo psíquico inconsciente el trazo, la letra y hasta la escritura. Por otro lado, ese margen entre la temporalidad de la conciencia y la atemporalidad de lo inconsciente, será un terreno fértil para la elucidación ya no psicológica sino lógica del tiempo que propone Lacan.

Elena Levy Yeyati, noviembre 2020

NOTAS

  1. Freud, S., “Conclusiones, ideas, problemas”, en Obras Completas, Vol. XXIII, Amorrortu, Buenos Aires, 1995, p.302.
  2. Bercherie, P., Génesis de los conceptos freudianos, Paidós, Buenos Aires,1988.
  3. Leader, D., Freud’s Footnotes, Faber&Faber, London, 2000.
  4. Lo que explica Leader (p. 26) es que estas asunciones eran muy limitadas y que, tal vez, la topología desarrollada por Frechet y Hausdorff alrededor de 1914, podría haber sido un buen complemento. Creo que esta idea tiende un puente para investigar una conexión posible de lo aquí expuesto con el seminario de Lacan Topología y tiempo.
  5. Freud, S., “Esquema del psicoanálisis”, en Obras Completas, Vol. XXIII, Amorrortu, Buenos Aires, 1995, p. 143.
  6. Freud, S., “Más allá del principio de placer”, en Obras Completas, Vol. XVIII, Amorrortu, Buenos Aires, 1995, pp. 27-28.
  7. Freud, S., “Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis”, en Obras Completas, Vol. XXII, Amorrortu, Buenos Aires, 1995, p.69.
  8. Freud tiene la impresión que la fijación que funda lo inconsciente enajena al enfermo del tiempo. Y figura esta idea como un enclaustramiento. Es decir, algo en el espacio. Cf. Freud S., Conferencias de introducción al psicoanálisis en Obras completas, Vol. XVI, Amorrortu, Buenos Aires, 1995, p.250
  9. Íbidem, pp. 27-28.
  10. Freud S., “Nota sobre la ‘pizarra mágica’”, en Obras Completas, Vol. XIX, Amorrortu, Buenos Aires, 1995, pp.246-7.
  11. Freud, S., Psicopatología de la vida cotidiana en Obras Completas, Vol. VI, Amorrortu, Buenos Aires, 1995, p. 266. “[…] suele creerse que es el tiempo el que vuelve inciertos y deslíe los recuerdos. Muy probablemente respecto del olvido no se pueda hablar de una función directa del tiempo […]”
  12. Fernández, G., “Freud: tiempo y conciencia” Disponible en: http://www.chasque.net/frontpage/relacion/0307/freud.htm
  13. Miller, J.-A., Los usos del lapso, Paidós, Buenos Aires, 2004, p.266.