Para comenzar me referiré a un texto de Lacan que sirve como orientación, como un antecedente del modo en que pensaría su Escuela.

En “La psiquiatría inglesa y la guerra”, Lacan da cuenta de un viaje que hace en Septiembre de 1945 a Londres, a pocos días de terminada la guerra. Comienza su conferencia describiendo la disolución del estatuto moral de Francia, y oponiendo a ésto la “relación verídica con lo real” del pueblo inglés, como la razón de su victoria; subrayando de esta manera que el estatuto ético de sujeto se enfoca por su relación con lo real.

La intervención se centrará en el elogio a la invención de Bion y Rickman en relación a su trabajo del grupo “sin jefe”, en el acento que se puso en la identificación horizontal, llave de la cohesión, sobre la que es preciso actuar; independientemente de la “identificación vertical” al jefe. Una lógica colectiva que dará origen al cartel como órgano de base de la Escuela.

Asimismo, agregaría cómo Lacan al final de ése texto introduce el tema de los “oscuros poderes del Superyó” en relación con algo muy específico; se los resumo: para Lacan el peligro no está en la indocilidad, más bien el peligro viene de la docilidad humana. Ésta será la orientación frente a las manifestaciones del Superyó de la época.

Con respecto a la fundación de la EOL, la misma tiene como antecedente a la Escuela Freudiana de París fundada por Lacan en 1964, disuelta dieciséis años después. Luego, en 1980, la fundación de la Escuela de la Causa Freudiana, hasta el día de la fecha. Así Jacques-Alain Miller, haciendo historización de las Escuelas del Campo Freudiano, al describir la Escuela Freudiana de París, comenta que cuando Lacan “se aventuró más lejos, no conoció más que fracasos”, no había podido ir más lejos de la Rue de Lille.

En este punto, me parece a destacar que J. A. Miller subraya que “sólo la Argentina hizo insignia, a través de Oscar Masotta”. Valorando también, lo hecho en España por Masotta durante su exilio.

Aquí, no puedo no recordar a Germán García, quien acompañó a Masotta en estas acciones que prepararon la fundación de la EOL. Es más, Germán recordaba que Masotta había recomendado publicar en ese momento el texto “La Sutura” de J. A. Miller.

Entonces, mientras la Escuela Freudiana era sólo de París, la Escuela de la Causa Freudiana de entrada pensó el mundo. Así surgen los Encuentros Internacionales, con un comienzo en Caracas en 1980, que desembocan en la fundación de la Escuela de la Orientación Lacaniana el 3 de enero de 1992 y ,seguidamente, en la fundación de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.

Ahora bien, a partir de marzo 2017 se puso en acto la ética del psicoanálisis, usando el término sartreano “comprometerse”, lejos de una neutralidad benevolente.

Me refiero al impulso por parte de Jacques Alain Miller y la Escuela de la Causa Freudiana, de los Foros Anti- Le Pen y la creación de una red política lacaniana en Francia.

Esto devino en mayo de ese año en la creación, por J. A. Miller, de la movida Zadig: Zero Abjection Democratic International Group.

Zadig funciona de un modo contingente mediante foros, cuya temática tiene en cuenta que esta movida se compromete con la subjetividad de la época. Entendiendo que la subjetividad de una época es lo transindividual.

Entonces, nos quedó claro que el Primer Foro en Argentina, que se realizó el 23 de Agosto pasado, debía llevar como título: “Feminismos: incidencias en la época”.

No es que no supiéramos de su larga tradición en nuestro país, basta mencionar el “Primer Congreso Feminista Argentino” de 1910, pasando por la militancia de los 80/90. Incluso, el adoptar el pañuelo verde, no puede dejar de ser asociado a los pañuelos blancos de la Plaza de Mayo. Pero es un hecho que en los últimos tiempos el Feminismo se incorporó a la lógica colectiva. Al punto que ya es impensable la lógica colectiva sin considerar el Feminismo.

Ahora bien, atentos también al hecho de que no hay una sola voz dentro del Feminismo, nos propusimos, como indica un Foro, invitar a diversas voces de los Feminismos.

En principio, podemos decir que el Foro Zadig es la placa sensible que logró hacer pasar a nivel de la opinión las incidencias actuales de los feminismos.Pero también, quedó claro a medida que pasaban las intervenciones, que se trata de estar a altura de los impasses de la civilización, de los que Lacan habla en la Proposición de Octubre, en la relación del discurso universal de la ciencia y la segregación.

Voy tomar algunos ejemplos: en la primera intervención se trató de una interpelación a los psicoanalistas que miran al feminismo con “interés y sospecha”, haciendo un llamado a defender el movimiento feminista.

A mi gusto, inmediatamente pensé cuando J. A. Miller hace la diferencia, en una de las últimas lecciones del 24 de junio de 2017, entre el “comprometerse” y la “neutralidad benevolente”.

Miller habla de “nuestro registro de la elección, del compromiso” que entra en contradicción con la noción que define la posición analítica como neutralidad benevolente.

Ahora bien, destacaría que, a través de la movida Zadig con el Foro, se mostró cómo los Feminismos son sobretodo una plataforma contra la pulsión de muerte encarnada por el Discurso Amo actual.

Voy a tomar tres ejemplos, que giran alrededor del registro del cuerpo:

1. El derecho a la elección del uso de los cuerpos y/o el cuerpo como mercancía: el debate acerca de la prostitución.

2. La forclusión del cuerpo: se mostró cómo desde el punto vista de la tecnología se podía producir un rechazo del cuerpo, con consecuencias mortíferas.

Las pruebas de seguridad en los autos se hacen con muñecos que se asemejan al tamaño de un hombre, por lo tanto mueren más mujeres y niños en accidentes de automóviles.

3. El peligro de que el mismo movimiento feminista produzca segregación: una de las panelistas advertía con énfasis hacia el interior del feminismo sobre un fenómeno que ocurre al nivel de los adolescentes, sobre todo en los colegios: aislar, estigmatizar al adolescente supuestamente “machista”. Creando una lógica amigo/enemigo que sólo llevaría a más violencia.

En conclusión, no se trató de dar un lugar a la exposición de diferentes ideologías, que las había, sino más bien que quienes exponían tenían una intención de bien decir con respecto al malestar en la civilización y la pulsión de muerte.

A esta ética del bien-decir Lacan lo llama el Acontecimiento Freud.

Entonces, pienso que Zadig es una manera de ser un partenaire comprometido con ese bien decir.

23 de Septiembre de 2019