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#17 | AGOSTO 2018 | Sumario
Noche de Biblioteca - 7 de Junio de 2018
Lea y Mira dejan su huella en la EOL
Guillermo López

¿Cómo transmitir lo más atroz, lo más inmundo y que pase al Otro como algo renovado y vital y deje marcas de enseñanza?

¿Cómo arreglárselas para sobrevivir al horror y después de experimentar de la forma más cruel la inexistencia del Otro; seguir creyendo, y tener el deseo de contar lo peor, dando testimonio?

Estos interrogantes son una muestra de lo intransmisible y lo absolutamente conmovedor que se vivió en la Noche de Biblioteca, el Jueves 7 de Junio a las 20hs, con la proyección del documental "Lea y Mira dejan su huella" y la posterior conversación con Poli Martínez Kaplun (directora), Lea Zajac -sobreviviente de la Shoá y una de las protagonistas del film- y Nicolás Bousoño (Secretario de Biblioteca de la EOL).

La directora eligió muy bien quien nos cuenta la historia que nos quiere contar: dos mujeres que quieren dar testimonio. Pero también eligió muy bien cómo contarnos esa historia: dos mujeres con una amistad entrañable nos invitan a la intimidad de su living y nos hacen partícipes de sus charlas, mezcladas de chistes, anécdotas de vida, dándonos un testimonio en primera persona del horror.

Frente a lo que podría llegar a ser una repetición de lo peor que puede conducir al público al espanto, Poli, Lea y Mira, desde la intimidad del hogar y a través del bien decir poético nos invitan a no cerrar los ojos frente a lo real del trauma. Durante la proyección me sorprende muchas veces mi risa y la del público, como efecto de un Witz logrado, y que Lacan nos señaló como la estructura del pase [1], el relato de una vida condensada en una buena historia que puede contarse a otros y que pasa, no por su valor de ficción sino por el fracaso en el decir por donde algo en la novela falla.

El broche de oro fue el testimonio en vivo de Lea, de 93 años, quien nos transmitió que en los primeros meses de cautiverio y frente al hambre que le entumecía el cuerpo, le vino un sueño que la acompaña hasta el día de hoy: un árbol donde crecen panes del que saca uno y come.

Lacan en el Seminario 3, nos habla del origen latín de la palabra testimonio, testis, dice allí: "siempre se testimonia sobre los propios cojones" [2], acentuando el coraje y el compromiso que asume el testimoniante sobre los efectos en los otros de lo que dice. Lea dijo, entre otras cosas maravillosas, esa noche: "no sé porqué sobreviví, pero sí sé para qué sobreviví, precisamente para dar testimonio hasta el último día de mi vida, de lo que viví, es mi obligación moral (...) sobre este tema, charlamos mucho analizando un montón de porqués que hasta hoy en día no tenemos respuesta; pero sí de una cosa me convencí, que a pesar de todo la vida es más fuerte que la muerte".

NOTAS

  1. Miller J.A. Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan. Editorial Paidós. Buenos Aires. 2007. pág. 23.
  2. Lacan, J. El Seminario Libro 3. Las psicosis. Editorial Paidós. 1992. pág. 62.