¿Sabías que podes encontrar libros como éstos en la Biblioteca?
Entre la Histeria y la Performace, cuestión de arte…
Historia de la Histeria.
Por Roxana Cozza
Este sorprendente libro nos lleva por siglos de la historia de la histeria, enfermedad que ha dado que hablar y protagonizado escándalos cada época. Nos invita a pensar a la histeria, en tanto objeto de rechazo y en tanto síntoma social. Los varios eslabones de esta larga historia son desarrollados por la autora sin ahorrar detalles para describir la época y la respuesta que la histeria con sus diferentes vestimentas asumía.
Esta historia se remonta al año 1900 AC, un manual de medicina egipcia la ubica como una enfermedad producida por perturbaciones en el útero.
"[…] órgano itinerante considerado como un animal que vive en el cuerpo de la mujer, reivindicador y fisgón. Hambriento- diríamos deficitario-, que se desplaza con una especie de ansiedad motriz, empujando a los demás órganos a su paso: aplasta los pulmones y con ello desencadena ahogos, sudores; golpea el corazón y desencadena palpitaciones; se sube a la garganta y forma como una bola".
La cura consistía entonces en alimentar al órgano hambriento, casando jóvenes o viudas, y persuadiéndolo que vuelva a su lugar.
"[…] se actuaba desde arriba haciéndola ingerir productos nauseabundos o respirar olores pútridos (para que baje) o se hacía penetrar por la vagina dulces y suaves perfumes balsámicos".
Así va desde el papiro egipcio mencionado, pasando por Hipócrates que le da nombre, Galeno quien concluye que la causa para ambos sexos es la continencia sexual.
"[…]el útero era responsable de la emisión de un licor seminal, homólogo al esperma, que se emitía en el coito. En caso de abstinencia se comportaba una especie de envenenamiento que provocaba la crisis histérica".
Años después y de la mano de San Agustín la histeria tomará la máscara demoníaca, oscura época de la historia de la humanidad en que miles de histéricas han desafiando al poder religioso. Brujas, poseídas se llevaron consigo a la hoguera el secreto de su goce.
La historia incluye al Dios Asclepio, los sueños y las interpretaciones de los mensajeros de Dios, los estudios sobre sonambulismo, la hipnosis, los compresores de ovarios, la teatralidad de la Salpêtrière… el encuentro Charcot con Freud.
"[…] que mujeres honradas hayan podido caer enfermas por estar privadas de placer (sexual)… el médico debía admitirlo pero, socialmente, era un desorden que estaba prohibido develar. Quizás es eso lo que ha impulsado a Charcot a despedir a Freud tras una cena… cuando este se atrevió a insinuar que había que buscar en lo reprimido de la sexualidad una causa de los desarreglos de todas estas mujeres".
Es allí donde se tuerce la historia, la sexualidad femenina hace su entrada de la mano de Freud y lo que adviene nos resulta ya algo más familiar. Si bien sigue "cambiando su repertorio con las modas", la histeria sigue haciéndose escuchar.
"Historia de la Histeria" Diane Chauvelot, Alianza Editorial, 1995.
El arte de performance. Una aproximación entre arte y psicoanálisis.
Por Alejandra Koreck
El autor está concernido tanto por el arte como por el psicoanálisis, e inicia sus reflexiones con un desarrollo de la historia de la performance en Latinoamérica, particularmente en Ecuador.
La pregunta: ¿qué es el arte de la performance?, atraviesa los diferentes capítulos.
"El arte de performance no se rige a normas claras, no tiene un formato o una técnica que pueda aplicarse […] es una forma de arte que escapa a toda definición y rotulación". Así queda ubicada como una forma de arte de ruptura, experimental, de frontera. Damián Toro trabaja la diferenciación con el teatro y el happening, y se anima hacia una topografía de la performance como "arte de superficie […] un lugar en donde podemos distinguir, aunque no siempre con claridad, las latitudes y longitudes de un sistema lingüístico de signos. Este sistema gira en torno al cuerpo, el elemento primordial que hace de toda acción performática un evento irrepetible". Destaca que este arte va siempre a desacomodarse al discurso lineal; va a estar "[…] alejado, descolocado frente actitudes vanguardistas o que se pretendan tales, frente a posicionamientos ideológicos o políticas promovidas por un gobierno, frente a las posiciones, en definitiva, de cualquier institución".
Elige la referencia a Sheila Leirner quien define la performance como: "[…] una pintura sin tela, una escultura sin materia, un libro sin escritura, un teatro sin trama o la unión de todo eso".
En el prólogo, Deborah Fleischer resalta que el autor hace un paralelo entre Lacan y el artista, "[…] en tanto ambos pueden apropiarse de algo para crear, para burlarse, para hacer una parodia, para desmaterializar."
El arte de performance. Una aproximación entre arte y psicoanálisis. Damián Toro, Grama Ediciones, 2009.
Chuang-Tzu. Octavio Paz.
Por Alejandra Koreck
Octavio Paz no se detiene ante el obstáculo de la traducción y movido por su deseo quiere compartir la satisfacción que experimentó al leer estos escritos chinos: "[…] construcciones a un tiempo geométricas y aéreas, fantasías templadas siempre por una sonrisa irónica", que destilan belleza y sabiduría.
Nos presenta a Chuang-Tzu no sólo como poeta, sino como "maestro de la paradoja y del humor, puentes colgantes entre el concepto y la iluminación sin palabras".
Compartimos algunos fragmentos de sus textos.
"El valor de la vida":
"[…] mientras que soñamos, no sabemos que soñamos. Sólo hasta que despertamos sabemos que estábamos soñando. Mientras el Gran Despertador no nos despierta, no sabremos si esta vida es o no un largo sueño. Pero los tontos creen que ya han despertado…"
"Causalidad":
"[…] la Penumbra le dijo a la Sombra: "A ratos te mueves, otros te quedas quieta. Una vez te acuestas, otra te levantas. ¿Por qué eres tan cambiante? […] dependo, dijo la Sombra, de algo que me lleva de aquí para allá […] como los anillos de la serpiente, o las alas del pájaro, que no se arrastran ni vuelan por voluntad propia, así yo. ¿Cómo quieres que responda a tu pregunta?".
Chuang-Tzu. Octavio Paz, Ediciones Siruela, 1997.
