EntreLibros | Boletín de la Biblioteca de la Escuela de la Orientación Lacaniana EntreLibros
 
 
 
#7
Octubre 2012
 
Sumario
El Seminario 19 ...o peor y Hablo a las paredes
Segunda Noche de Biblioteca
Los libros de la buena memoria
Notas sobre la traducción
La mesita de luz
¿Qué se lee en la ciudad?
Eventos
Nuevas adquisiciones
Actividades de las Bibliotecas
Información práctica
 
Edición 7
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Segunda Noche de Biblioteca

 

El argumento sexuado
Mónica Torres

1) El argumento sexuado
Agradezco al directorio, a D. Millas y a Mónica Wons la invitación a presentar un Seminario de Lacan.
Sería una alegría presentar cualquier Seminario de Lacan, pero con …o peor (…ou pire) guardo una relación especial que es quizás lo que ha hecho que hoy esté aquí en esta mesa presentándolo.
En un libro de la COL, titulado "Realidades y artificios" publicado en 1997, hay tres trabajos alrededor de este Seminario, fruto de un trabajo de investigación conjunta.
Estaba centrada, la investigación, en torno a los textos que se conocían como: …ou pire, El saber del psicoanalista, Aún, Los no incautos yerran y El atolondradicho.
Sin contar con el establecimiento de Jacques Alain Miller, que es por cierto invalorable, aparecieron tres artículos, uno firmado por Linda Katz y yo que se titulaba "Conjunto abierto y paratodeo", otro titulado "El argumento sexuado" que Pablo Russo con varios otros trabajó sobre los mismos seminarios que mencioné, el 19, el 20, el 21 y las charlas en Sainte- Anne tituladas por aquellos tiempos "El saber del psicoanalista" y que hoy, muy oportunamente, están publicadas, en parte, en el libro que acaba de salir como Hablo a las paredes (las tres primeras) ya que las últimas cuatro forman parte del Seminario …o peor, puesto que giran alrededor de las mismas cuestiones.
A la vez hacíamos referencias, en ambos trabajos, al escrito "L’ etourdit", que es de la misma época.
Me sigue pareciendo que los tres seminarios, las charlas en Sainte- Anne y el escrito forman parte de una lógica que se inaugura con …o peor, alrededor de lo que he vuelto a titular aquí "el argumento sexuado" y comienza a esbozarse en la última parte del Seminario 18. Se trata del discurso lógico, de la invención de una nueva lógica que convenga a la sexuación.

2) No hay relación sexual… o peor
Esta afirmación supone que el sexo no define ninguna relación en el ser hablante.
A la vez en Hablo a las paredes (Je parle aux murs) Lacan afirma: "Hombres y mujeres, eso es real". Pero agrega: "no somos capaces de articular en lalengua nada que tenga relación con ese real".
La especie humana tiene una especial y anómala relación con su goce.
El valor de los partenaires diferentes designados como el hombre y la mujer, es inabordable para el lenguaje, porque el lenguaje funciona como suplencia del goce sexual.
De ese modo ordena la intrusión de goce en la repetición corporal.
Lo real, se define como lo imposible, lo que se revela por la captación del discurso lógico. Se trata de privilegiar lo real lógico.
Lacan nos propone que es posible escribir, como en matemática, la función que se constituye a partir de que existe el goce sexual, que es lo que obstaculiza la relación sexual. Esa función se escribe Fx.
Y a partir de aquí comienzan a plantearse las fórmulas de la sexuación.

3) Conjunto abierto y paratodeo
Eso divide en lógica las dos dimensiones, tal como Lacan lo escribe en "L’ etourdit" (El atolondradicho) "la castración hace de relevo para lo que en cada discurso se connota de virilidad. Hay pues, dos dimensiones (…) del paratodohombre, la del discurso con el cual se "paratodea" y la de los lugares donde eso se thombrea (ça se thomme)"[1] Lacan nos dice que allí se conjuga el todos de la universal, modificado en el paratodo del cuantor por el "existe uno" que lo cuántico le aporta.
El no hay relación sexual no implica que no hay relación con el sexo. Es precisamente lo que la castración demuestra, (…) a saber que esta relación con el sexo no es distinta en cada mitad, por el hecho mismo de que se las reparta.

Las fórmulas de las sexuación implican el uso simultáneo de la lógica de la cuantificación (que introduce los problemas del particular y del universal), y de la lógica modal que se caracteriza en las proposiciones de los términos: necesario, contingente, posible e imposible.
La cuantificación divide el enunciado en dos elementos: el argumento o sujeto y el predicado o verbo. Lo universal se expresa como "todo x cumple o no la función" y lo particular se formula como "hay un x", algún x, ningún x, no hay.
No hay número exactamente proporcional para los dos sexos. Los dos sexos no están contenidos proporcionalmente en ese único significante que es el falo; de lo contrario el falo sería ese punto ideal que daría la proporción exacta de la relación sexual.
En las charlas en Sainte- Anne, Lacan formula una tesis: para el ser hablante no hay relación sexual y hay una antítesis que es la reproducción de la vida: "La vida sin duda reproduce, Dios sabe qué y por qué. Pero la respuesta sólo se hace pregunta donde no hay relación que sustente la reproducción de la vida". (El atolondradicho)

4) El muro y el a- muro
En las charlas de Sainte- Anne Hablo a las paredes (a los muros), Lacan nos remite a un poema de Paul Fort que dice "Si todas las niñas del mundo se dieran la mano podrían dar la vuelta al mundo".
Es una idea loca, nos dice Lacan, porque las chicas nunca soñaron con eso. En cambio los varones (…) sino se tuvieran de la mano haría falta que cada uno se enfrentara sólo con las chicas y eso ya no les gusta.
Hace falta que se tengan de la mano.
Para las chicas, es otro asunto, ellas se agrupan de a dos, hacen migas con una amiga hasta que logran arrancar a un muchacho de su banda, cuando logran esto, dejan de lado a la amiga, que por otra parte, no se las arregla tan mal con eso[2].
Y más adelante, en la misma clase agrega:
Entre el hombre y la mujer,
Está el amor.
Entre el hombre y el amor,
Hay un mundo,
Entre el hombre y el mundo,
Hay un muro.
Antoine Tundal.

Entre el hombre y la mujer está el amor, por cierto, dice Lacan, hasta es lo único que hay.
Pero cuando dice "Entre el hombre y el amor hay un mundo", quiere decir: ¡Ustedes no lo lograrán nunca!
Que esté el amor entre el hombre y la mujer, eso encaja. Cuando agrega "hay un mundo", un mundo queda flotando…pero con "hay un muro", ahí se entiende que el "entre" quiere decir interposición.
Con "hay un muro" quiero decir el lugar de la castración, nos dice Lacan.
Entre el hombre y la mujer siempre se pone en juego la castración…
Aquí Lacan hace un juego de palabras en francés entre l’amour (el amor) y l’ (a) mur, el a- muro. Juego que se pierde al traducir Hablo a las paredes, pero había que elegir entre "Hablo a las paredes" en el sentido que también tiene en castellano de "hablo solo", lo que se perdía si se traducía "hablo a los muros".
Pero al traducir "hablo a las paredes" se pierde el juego entre el amor y a- muro.
Creo que fue una buena elección.

5) El uno: que no accede al dos
En la primera clase de …o peor Lacan plantea las consecuencias de esta nueva lógica.
No hay modo de bien-decir la relación entre el hombre y la mujer.
Hay un imposible lógico: lo real de la estructura. Hay una imposibilidad de inscripción en el inconsciente del significante de La mujer, Lacan se propone, entonces, avanzar utilizando la lógica para pensar el no- todo estructural.
Toma para ello elementos de la lógica proposicional, lógica centrada en el trabajo con el universal y el particular, los fundamentos lógicos del número desarrollados por Frege, las categorías de la lógica modal en una renovada articulación y la teoría matemática para pensar desde el psicoanálisis la teoría de los conjuntos y la importancia del conjunto vacío y su diferencia con la clase.
Lacan se sirve de la lógica matemática para formular en la sexuación lo indecidible situado del lado derecho, entre el "ni una", el sin excepción, el cero de lo imposible del particular, y el no-toda de la no – universal femenina.
Del lado "no- toda" la mujer como "valor sexual" se sostiene en la contingencia del falo.
El goce de la mujer es dual, lo que marca que en alguna parte, y nada más, ella tiene relación con la función fálica.
Entonces, Lacan ubica al Otro como concerniendo a la mujer.
Ella encarna la figura del Otro por ser entre "centro y ausencia".
"Centro": es la función fálica de la cual ella participa particularmente, debido a que "al menos uno", que es su partenaire en el amor, renuncia a la misma por ella.
"Ausencia": el no- toda que no está contenido en la función fálica sin ser por eso su negación. Ausencia que no es menos goce por ser "gozo- ausencia". (Clase del 8 de marzo de 1972).
En cuanto a lo que necesita la existencia, partimos de lo indecidible entre el no-todo y el ni- una. Eso lleva a la existencia. De allí, el hecho de que todos los hombre están sometidos a la castración.
Eso lleva a lo posible, puesto que el universal no es más que lo posible.
Todos los hombres posibles pueden serlo, lo que lleva al objeto a, con el que tenemos relación. Y eso conduce a la mujer que se distingue por no ser unificante. No queda sino regresar al no- todas que es la expresión de la contingencia.
Aquí lo que está en juego es lo imposible, es decir lo real. (1º de junio de 1972).
El Uno de la serie surge de que no hay dos todos. Donde en la relación sexuada, sólo se haría presente uno de los dos sexos.
Se trata de una lógica de la discordancia y del conjunto abierto que se opone al "paratodeo" del sujeto de la ciencia, a la sutura que, desde siempre, intentaron las diversas lógicas.
Se trata de "dos medio-decires que no se recubren".
Esto va del argumento fálico a un decir no todo del sexo.
No puedo terminar esta presentación del Seminario 19 sin agregar un poco de poesía, me refiero al poema de Apollinaire: "El vigía melancólico"

Vuelve a mí ese refrán burlón
Si tu corazón busca un corazón
Tu corazón es ese corazón.
Y yo me dos…

Apollinaire conjuga aquí "se douloir" (dolerse) en un je me deux (yo me dos). Es decir yo me duelo del dos.
Ese "je me deux" que Lacan hace decir a la Lol. V. Stein de Marguerite Duras.
Dolerse del dos, porque está sola, cortada de la pareja que no haría sino uno…
Conjuga entonces Duras el "Je me trois" para no dolerse del dos… del uno que no accede al dos…

Queda agradecer a J.- A. Miller el establecimiento de un Seminario tan crucial como complejo.
A leerlo entonces, no es fácil pero es indispensable. Se trata de la invención de una nueva lógica.

 

Notas
1. J. Lacan, Otros escritos, Pág. 484.
2. J. Lacan. Hablo a las paredes, Pág. 92 y 93. Clase del 3 de marzo del 72.

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