EntreLibros | Boletín de la Biblioteca de la Escuela de la Orientación Lacaniana EntreLibros
 
 
 
#6
Julio 2012
 
Sumario
Otros escritos
Primera Noche de Biblioteca
Los libros de la buena memoria
Notas sobre la traducción
La mesita de luz
¿Qué se lee en la ciudad?
Nuevas adquisiciones
Información práctica
 
Edición 6
DESCARGAR EN PDF

Primera Noche de Biblioteca

 

Otros escritos
Graciela Esperanza

Agradezco mucho la invitación, a Mónica Wons y a Daniel Millas. Estamos en el momento de los efectos de la traducción, es decir, de la lectura. El libro está, y es el tiempo de la lectura y de los efectos de la traducción que ya fue hecha. No preparé algo para esta noche, voy a ir comentando lo que me suscita que este gran libro esté entre nosotros.

Para mí fue una enorme responsabilidad, un privilegio, un honor sin duda, haber participado de la traducción de los Otros escritos.

A pesar de haber corregido el mismo párrafo, la misma palabra, la misma frase, innumerables veces, en ningún momento Lacan se volvió familiar. En ningún momento, y aún hoy, Lacan sabe ser ese objeto extraño, sigue manteniendo la condición de "no-para-leer" que hace que podamos seguir leyéndolo. Entonces me genera extrañeza haberlo traducido y encontrarme hoy con este volumen que contribuí a que se publique.

Lo primero que pensé es ¿Por qué se publicó este volumen, por qué se publicó en París en el año 2001 esta compilación monumental que hace J.- A. Miller? Hay que decir también que esta compilación está planteada con un orden en el que sin duda vale la pena detenerse, pero será tema de otro trabajo.

Encontré en el Breve discurso a la ORTF (pág. 244), en los dos últimos párrafos, una respuesta a esa pregunta, allí Lacan dice que no hubiera publicado los Escritos en el ’66, no hubiera hecho esa recopilación, si no hubiera constatado que sus escritos, que su enseñanza –él dice así – "si lo que en ellos se emite" –que diga emite tiene su importancia– "no hubiera terminado por correr solo, fuera del campo donde puede ser controlado." Es decir, que la primera publicación de los Escritos fue un límite, publicar es ejercer algo del orden del límite, y Lacan lo dice muy claramente: "Me era preciso por medio de estos Escritos poner una barrera a las codicias ya en marcha de los falsarios siempre de servicio bajo el estandarte del Espíritu". Lacan había sufrido la excomunión hacía poco tiempo, no podía volver.

La publicación de los Otros escritos en el 2001 cuando Miller toma la decisión de sacar a luz estos textos en un solo volumen y con ese nombre, es también un límite, uno tendría que dilucidar a "los falsarios de siempre", del 2001, y no dudo de que los encontramos en el avance cognitivista por un lado, y por el otro, en el otro psicoanálisis, un psicoanálisis, aquel que puede sellar su boda con las neurociencias.

También es un límite su aparición en el 2012, para nosotros, es decir, porque somos lacanianos, y entramos al siglo XXI de la mano de Lacan, sobre todo cuando desde distintos lugares se nos dice post -lacanianos. Es un límite además porque no es un libro más, es un libro que hace falta.

Estaba revisando Freud, cuando Freud, en su prólogo a la traducción en hebreo, se pregunta si Moisés y los profetas comprenderían lo que él escribe, dice que no espera que ellos pero sí los descendientes puedan acoger el psicoanálisis con benevolencia, porque el psicoanálisis trae algo de la verdad de la subjetividad. Freud esperaba algo de esa traducción.

Un texto que me interesó muchísimo de los Otros Escritos es la Advertencia al lector japonés. Es el prólogo de Lacan a la traducción de los Escritos al japonés. Lacan dice allí que del Japón él no espera nada, a diferencia de Freud, él no espera nada. En ese texto tanto como en Lituratierra y, en algunos párrafos del Posfacio al Seminario 11, Lacan menciona algo en relación con la traducción.

¿Cómo pensar la traducción?

Yo la pensé a partir de leer estos textos de Lacan como un trabajo entre dos, no solo dos traductores, sino entre dos formas de traducir.

Lacan plantea en la Advertencia al lector japonés que por la relación que la lengua japonesa tiene con el escrito, los japoneses "traducen, traducen, traducen" y eso no da lugar a la interpretación. Entonces, traducir, traducir, traducir no da lugar a la interpretación.

En el Posfacio al Seminario 11, Lacan dice de Joyce que Joyce hace de la palabra letra, por lo tanto, intraduce.

Entonces, me preguntaba cómo podría ser una traducción que se sitúe entre traducir, traducir, traducir y no dar lugar a la interpretación, o intraducir, haciendo de la palabra letra. Dos situaciones en las que no hay lugar para el inconsciente, puesto que para Lacan el hecho de que el japonés traduzca, traduzca, traduzca, no sólo no da lugar a la interpretación, sino que no da lugar, por la relación que el sujeto tiene con la escritura, a las formaciones del inconsciente y dice de Joyce que es un desabonado del inconsciente.

Entonces, dos maneras de traducir que dejan fuera al inconsciente. Lo intraducible o lo que intraduce Joyce y lo que traduce, traduce, traduce, el lector japonés.

Recuerdo en este momento un trabajo de Pierre Skriabine sobre la Advertencia al lector japonés, donde él dice que el japonés, en relación a sus signos, está en la misma perplejidad que el lector occidental respecto de la escritura joyceana.

Y yo debo decir que a mí me produjo la misma perplejidad por momentos encontrarme con el escrito en Lacan, es decir traducir a Lacan.

Era una sensación de fuerte extrañeza, de desconocimiento incluso de la lengua, aún conociéndola.

Entonces una traducción, que no vaya ni por la vía del traduzco, traduzco, traduzco, ni por la vía de lo intraducible, sino traducir hasta encontrarse con lo imposible de traducir, con lo intraducible. Prueba de ello es que en más de una ocasión hemos presentado en la traducción uno u otro término en francés dando lugar así a lo imposible de traducir.

Para concluir, J.- A. Miller, en su último Curso El ser y el uno, dice que recién comprendió a Lacan, estableciendo sus Seminarios, esto es traduciendo.

Y ¿qué entiende por traducción?

Entiende que la traducción es una arquitectura, en tanto la arquitectura es un trabajo de las superficies alrededor de un agujero, pero además, porque implicaría dar un lineamiento de lectura, una proyección, un arco de lectura. Y Miller traza ese arco cuando en el Prólogo dice que el objeto a es el alfa de los Otros escritos, el objeto a no es el omega, éste apunta más allá al goce, que y desde ahí al sentido excluido de lo real, algo que se discutió en la enseñanza oral de Lacan pero que no fue retomada en ninguno de sus escritos, y sin embargo" le da a esta compilación su punto de fuga".

Me parece que, así como Miller dice que el punto de fuga de los Otros escritos es lo real excluyendo al sentido, otro punto de fuga pensado justamente a partir de allí, entiendo que puede ser la lingüistería, que Lacan plantea en Televisión, ya que la vía para alcanzar ese real que excluye al sentido es precisamente una palabra que diga, congruente con el hecho de que estos Otros escritos son No- para- leer, justamente porque se lee lo que se oye del significante, es decir el inconsciente es un saber hablado. Y para que Lacan siga siendo una palabra que resuene en nosotros.

Muchas gracias

Staff
Secretaría de Biblioteca

Director
Daniel Millas
(Director de la EOL)

Dirección Editorial
Mónica Wons
(Secretaria de Biblioteca)

Comité de redacción
Catalina Bordón, Marcelo Castagnoli, María Eugenia Cora, Mónica Gurevicz, Alejandra Loray, Graciela Schnitzer, Jazmín Torregiani, Mariela Yern (Comisión de Biblioteca).

Asesora
Graciela Brodsky

Diseño
Kilak Diseño & Web

Logo y fotografía
Arq. Luz Mango